Acabas de tener a tu bebé, y probablemente lo que menos quieras sea estar rodeada de personas que te atosigan con consejos, que te preguntan cuánto crees que tardarás en recuperar tu peso o cómo piensas arreglártelas cuando debas volver a tu trabajo. Sin embargo, no todas las visitas posparto son tan malas. He aquí cinco ejemplos de visitantes que seguro que te gustaría que lleguen.
1- Quien viene con comida
Siempre se agradecen las muestras de cariño y los obsequios que recibe tu bebé recién nacido. Casi todas las personas que vengan a visitarte seguramente tendrán la delicadeza de traer algún detalle (puede ser un par de zapatitos, un talco o una loción para el bebé). Ahora, nada más bienvenido para una mamá cansada que una visita que trae una comida para la familia, ya sea comprada o hecha por sus propias manos. En efecto, cocinar es una de esas tareas para las que las nuevas mamás y papás no encuentran momento en los primeros días con el bebé… ¡y es tan reconfortante poder cenar algo rico!
2- Quien recuerda a los hermanitos mayores
Si ya tienes otros hijos, nada mejor que recibir a los tíos, amigos o padrinos que, después de conocer al bebé y decir qué mono que es, dedican un rato a jugar y a distraer a sus hermanitos mayores. Tus niños seguramente estén encantados con su nuevo hermanito, pero también es inevitable que se sientan algo relegados. Contar con alguien que juegue un rato con ellos o que los lleve a pasear es fundamental.
3- Quien respeta tus tiempos
Bienvenidas esas visitas discretas que primero te preguntan si pueden pasar a verte y a conocer al bebé, segundo llegan cuando habían anticipado, y tercero, no se quedan más de unos minutos. Son personas que saben que necesitas espacio para conocer a tu bebé, para que ambos entabléis los ritmos de la lactancia materna, y que, si tu pequeño se queda dormido, comprenden que tú también necesitas descansar.
4- Quien muestra disposición a escuchar
Tal vez en estos primeros días las responsabilidades de ser mamá te abrumen. O bien te sientas con una gran necesidad de contar tu experiencia del parto. Para eso, nada mejor que aquella amiga de confianza que no trae energía negativa de su trabajo ni viene a contarte acerca de su última cita a ciegas, sino que comprende que tú estás pasando por un momento muy especial y que simplemente, viene a acompañarte y a escuchar lo que quieras decirle. O también, por qué no, respete tus deseos de un rato de compañía en silencio, y se quede junto a ti mirando embelesada a tu bebé.
5- Quien comparte su experiencia
Los consejos no solicitados pueden ser muy abrumadores. Pero tener una mamá, una hermana con hijos o una amiga que hace poco tiempo dio a luz puede ser muy positivo. Con ellas podrás quitarte algunas dudas, así como tranquilizarte sabiendo que todo pasa.
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