Aún no puedes creerlo: acabas de verificar el test de embarazo y, en efecto, te has quedado embarazada. Tómate unos minutos para digerir la noticia. Respira profundo: tu vida está a punto de cambiar para siempre. Estás por embarcarte en una maravillosa aventura. ¿Qué puedes esperar durante los próximos nueve meses?
Un mar de emociones
Es normal que te veas desbordada por toda clase de sentimientos, algunos hermosos y otros no tanto. Ya sea que se trate de un embarazo muy esperado, o que este bebé haya llegado de sorpresa, es de esperarse que al principio te cueste creer que lo que te ocurre sea verdad. Después, experimentarás seguramente mucho entusiasmo y alegría, pero también es posible que te sientas atemorizada ante lo que vendrá, o insegura de tus capacidades como madre. Todo ello también es normal. De nuevo, respira profundo. Tienes varios meses para ir preparándote para lo que vendrá.
Un cóctel de hormonas
Ya desde las primeras semanas comenzarás a experimentar diferentes síntomas de embarazo: mareos, náuseas, mucho cansancio, sensibilidad en los senos… si bien la barriga de embarazo tardará en aparecer, las hormonas ya están haciendo de las suyas para hacer de tu cuerpo el lugar más seguro y acogedor posible para esa nueva vida que se está gestando. El primer trimestre es difícil debido a los vaivenes emocionales y físicos, después todo se irá acomodando.
Toda clase de reacciones de quienes te rodean
Sería hermoso que todas las personas que os conocen a ti y al futuro padre se alegraran con la noticia de tu embarazo. Pero, aunque te sorprenda, no siempre es así: está la futura abuela que, aunque se ponga contenta, también se deprime porque el futuro nieto la hace sentirse vieja, están la cuñada o la mejor amiga que se pone celosa, están los vecinos que murmuran a tus espaldas y que se preguntan cómo harás para mantener a tu hijo si pasas tanto tiempo en casa en lugar de trabajar (o al revés, cómo harás para criar un bebé si estás todo el día en tu oficina), están los jefes malhumorados… ¡Todo ello debe importarte muy poco! Pero en ti está el decidir cuándo y con quiénes compartes la noticia.
Comenzar a intuir el amor
Con tan solo saber la existencia de ese pequeño ser que ya se está formando, seguramente sientas que te inunda un torrente de amor. Y este amor no irá más que acrecentándose con las semanas que vienen: la primera vez que escuches latir su corazón, cuando puedas verlo en una ecografía, cuando sepas el sexo y escojas su nombre, cuando lo sientas moverse dentro de ti… ni qué decir cuando finalmente lo cojas en brazos. Estás embarazada, pero en tu corazón ya eres una mamá.
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