Estar embarazada es toda una experiencia que conlleva muchas alegrías y satisfacciones pero que también trae consigo cambios físicos y anímicos que afectan a la futura mamá.
Estos cambios se producen por el aumento de los niveles de estrógenos y progesterona que preparan el cuerpo de la mujer para el momento del alumbramiento o parto.
Para que tengan el menor impacto posible en el bienestar de la mamá y la experiencia del embarazo sea más que positiva, es recomendable seguir con unos hábitos constantes de prevención y cuidados.
Una mamá bella por dentro y por fuera ha de tener en cuenta factores como: la alimentación, hidratación y el ejercicio.
Una correcta alimentación ayuda a estar guapa durante el embarazo y a disponer de una salud de hierro tanto para el bebé como para mamá. La alimentación ha de ser rica y equilibrada.
Vitaminas como la C, B5 y E ayudan por ejemplo a la eliminación de sustancias tóxicas y a reparar o mantener los tejidos.
Del mismo modo, una buena alimentación ayuda a mantener un peso equilibrado durante los 9 meses de gestación.
Hidratarse convenientemente es básico en el embarazo. Siendo recomendable beber 2 litros de agua al día. ¿Por qué? Porque el agua favorece la circulación sanguínea, elimina toxinas del organismo y reduce la retención de líquidos
Si queremos combatir las antiestéticas estrías, la celulitis, varices, sensación de piernas cansadas o la incomodidad de una piel seca, el agua es la mejor fuente de salud. Además existen otros tratamientos como cremas, esencias y aceites especialmente recomendados para la delicada piel de las embarazadas.
El ejercicio y los masajes contribuyen a la tonificación de los músculos y la flexibilidad. Se recomiendan siempre ejercicios moderados que no impliquen ningún tipo de riesgo para el bebé, como son:
- Andar diariamente ayuda a tonificar músculos de espalda y vientre.
- Nadar. El agua es un medio ideal para embarazadas, ya que el cuerpo no pesa y el impacto es suave. La natación es un ejercicio estupendo para tonificar toda la musculatura del cuerpo.
- Yoga. Una práctica cada vez más extendida por sus múltiples beneficios: elasticidad y flexibilidad, refuerza la postura, evita la ansiedad, etc…
- Gimnasia específica para embarazadas. Incluyen ejercicios especialmente pesandos para la preparación al parto.
La práctica de ejercicio moderado es recomendable para las mujeres embarazadas, pero siempre bajo la supervisión médica.
La salud y bienestar de la madre en el embarazo es primordial no sólo para el buen desarrollo y gestación del bebé, sino también para el estado físico y anímico de la madre.
Tan sólo requiere de unos hábitos y constancia que mejoran, sin duda, la experiencia del embarazo. Es importante que la madre sienta el apoyo del futuro papá y de familiares, creando siempre un entorno agradable y facilitándole toda la ayuda necesaria.
¿Qué puedes hacer para que ella se sienta bien?
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