Prácticamente todas las mujeres sienten algunos miedos en determinados momentos del embarazo. Son temores y preocupaciones muy comunes y por suerte, en la mayoría de los casos son infundadas. Aquí revisamos cinco miedos del embarazo y por qué deberías estar tranquila.
Miedo a dañar al bebé antes de saberlo
Es un temor frecuente en las mujeres que se quedaron embarazadas por sorpresa. ¿Qué pasa si bebí alcohol la noche en que concebí a mi bebé? ¿Y si le he hecho daño al montar a caballo o hacer buceo aquel fin de semana antes de hacerme el test de embarazo? Por fortuna, puedes quedarte tranquila, ya que cuando el bebé es aún un pequeño grupo de células y ni tú siquiera sabes de su presencia, el efecto de lo que hagas es “de todo o nada”. Es decir, si el embarazo ha prosperado, no ha ocurrido ningún daño. Eso sí, ahora que lo sabes, ¡cuídate mucho!
Miedo a los cambios en el cuerpo
El embarazo transforma nuestro cuerpo con el paso de los meses, y muchas sufrimos en silencio el temor a perder nuestra figura, a vernos feas y a no recuperar nunca nuestra imagen. Es cierto que hay algunos cambios inevitables –como el aumento de peso- pero en general puedes paliarlos cuidándote. Además, incluso en el caso de cambios permanentes (como las estrías) verás que aquellas transformaciones en tu cuerpo que va dejando la maternidad no son vistos como fealdad, sino como preciosas marcas de la vida.
Miedo a no llegar al hospital
Todos hemos visto en las noticias el caso de alguna mujer que dio a luz en la calle, en el trabajo o en el transporte público. El temor de no llegar a tiempo a la maternidad nos hace olvidar que esos casos salen en los periódicos precisamente por ser lo que son: rarezas. El trabajo de parto habitualmente dura muchas horas, incluso si llegas a romper aguas tendrás tiempo de sobra para ingresar a la maternidad y esperar la llegada de tu médico de confianza.
Miedo a tener cesárea
Así como existe el temor al parto, también hay mujeres que temen no poder parir en forma natural y requerir una cesárea. Es cierto que cada vez son más los nacimientos que se producen de este modo, pero detrás hay decisiones de los médicos y también de las pacientes. Si te preocupa el tema, asegúrate de que tu doctor apoye tu decisión de ir a parto vaginal, y que una cesárea solo sea un último recurso en una emergencia (en cuyo caso debes sentir gratitud de que este procedimiento pueda salvar tantas vidas de madres y de bebés).
Miedo a perder tu autonomía
La maternidad es difícil, especialmente los primeros años. El miedo a dejar de hacer las cosas que te gustan y a disfrutar del tiempo libre tiene fundamento. Pero, ¿sabes qué? No dura para siempre. Disfruta de la infancia de tu hijo, ya recuperarás los ratos para ti.
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