Seguro estás ansiosa de que llegue ese momento especial en el que nazca tu bebé y lo puedas abrazar en tu regazo. Actualmente a las madres que se han decidido por la lactancia materna, inmediatamente le recomiendan amamantar a su bebé.
Puede que te sientas insegura o cansada, pero para ti y tu bebé será lo mejor. Él necesita sentirte cerca, tu olor, protección y amor. En este artículo, te queremos ayudar con algunas claves sobre la lactancia materna.
Amamanta lo antes posible
Pon a tu bebé al pecho pronto, cuanto antes, mejor. La mayoría de los bebés están dispuestos a mamar durante la primera hora después del parto ya que su instinto de succión es muy intenso. Eso también te ayudará en la colocación del pecho.
Amamanta a demanda
Existe la creencia que el bebé debe comer solo cada 3 horas, pero lo ideal es que el bebé coma cuando lo requiera. Para eso deberás ofrece el pecho a menudo día y noche. Ahora pasarás la mayor parte del tiempo amamantado a tu bebé, pues es lo que necesitan. A medida que va pasando el tiempo puede que el propio niño cree su rutina de alimentación, pero mientras, ten paciencia y dale el pecho cuando llore o lo busque. Un recién nacido normalmente mama entre 8 y 12 veces en 24 horas. Recuerda que tus pechos están preparados para satisfacer la necesidad de tu hijo. Si él necesita más, tendrás más leche para él.
Amamanta a tu bebé con una postura correcta
- Según la postura que elijas, asegúrate de apoyar bien la espalda y los pies.
- Acerca el niño al pecho allí donde quede éste sin desplazarlo. Nunca el pecho ha de ir hacia el bebé, es el niño el que va hacia el pecho.
- Colócalo perpendicular a la orientación del pezón. Enfocando nariz – pezón.
- Antes de abrir la boca, sin necesidad de ladear, doblar o girar el cuello, el pezón ha de estar frente a la nariz del bebé.
- Madre e hijos han de quedar cuerpo contra cuerpo (frente a frente).
- El pezón ha de quedar apuntando al paladar del bebé.
- Es recomendable evitar el uso de ropa o mantas que aumenten la distancia del bebe al pecho.
Optimiza la leche que produces
Antes de cambiar de pecho, procura que vacíe uno completamente. Así el bebé tomará la leche que se produce al final de la toma, rica en grasa y calorías. En la siguiente toma, recuerda empezar por el que no ha amamantado, si ha tomado de los dos, empieza por terminar de vaciar el último.
Evitar suplementos
Si te lo puedes permitir evita los biberones de ayuda con leche artificial. Recuerda que mientras más mame el bebé, más leche tendrás ya que la leche se produce principalmente durante la toma gracias a la succión del bebé.
Evita el chupete, al menos durante las primeras semanas, hasta que la lactancia esté bien establecida.
Muchas mamás se quejan de ser usadas como chupete, es al contrario, el chupete existe para simular al pecho de la madre. El bebé no solo mama por hambre, también lo hace por consuelo o necesidad de succión. Deja que mame también en esos momentos, lo calma y le hace sentir seguro.
No te olvides de ti
Descansa cuando tengas oportunidad y céntrate en tu bebé. Pide ayuda para el resto de tareas, seguro la necesitarás y estarán encantados de echar una mano. También cuida tu alimentación, para que tu bebé también reciba lo mejor de ti y tú estés sana y fuerte.
Por último y no menos importante, si tienes dudas o necesitas algún tipo de apoyo, acompañamiento o simplemente compartir con otras mamás tus experiencias, acude a los grupos de apoyo de lactancia que tengas en tu zona.
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